Panorama: la política bonaerense, una hoguera de internas que arden al rojo vivo

El silencio de Kicillof sobre la candidatura de Cristina se prolongó más de lo que muchos esperaban. En La Plata creen que establecieron un punto de cara al 2027, en el Patria que se blanqueó que la pelea es con la Expresidenta y no con Máximo. ¿Cómo será el acto del 17 de octubre? El desembarco de Karina, espejo con Cristina y señal de prescindencia a Macri. En la UCR la judicialización de la elección y el tenor de las acusaciones -públicas y privadas- preanuncia un quiebre interno difícil de revertir.

Noticias 13/10/2024 dib
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Por Andrés Lavaselli

Hayan sido efectos buscados o no, el lanzamiento de la candidatura de Cristina Fernández de Kirchner a la presidencia del PJ nacional catalizó dos novedades importantes en el escenario bonaerense: dio pie al primer gesto nítido de (limitada) autonomía política por parte del gobernador Axel Kicillof y devolvió al centro del ring a Karina Milei, quien hizo su desembarco en La Plata bajo la hipótesis de que el peso electoral de su apellido facilita una confrontación personal con la Expresidenta y le permite, al misma tiempo y por ahora, prescindir del PRO de Mauricio Macri.

Precedido de incidentes menores protagonizados por militantes peronistas, el acto que encabezó la secretaria general de la Presidencia en el Club Copara de Villa Elvira -un barrio de clase media-baja de la periferia de la capital provincial- un viernes de feriado, condensó señales sobre la lectura que los libertarios hacen de la coyuntura: la posibilidad de que Cristina corone su captura del PJ con una postulación a diputada nacional, favorece una candidatura en espejo de Karina. “Es la pelea de lo nuevo contra lo viejo, el escenario que más nos favorece porque la voluntad de cambio todavía es fuerte”, dicen en el entorno de la hermanísima.

Es una estrategia arriesgada, por tres motivos: 1) No hay ninguna confirmación de que CFK quiera la candidatura a diputada, sino más bien indicios en contrario. 2) Si la Expresidenta se decidiese a jugar, es la dirigente con mejor imagen en el Conurbano, por bastante margen. 3) La construcción de una postulación puede ser ardua para una dirigente sin antecedentes en la materia, como lo demuestra el discurso de apenas cuatro minutos que pronunció en La Plata, en ausencia del periodismo, que debió esperar fuera mientras se desarrollaba el acto, por lo que los fragmentos que se conocieron fueron los que seleccionaron sus propios simpatizantes.

Aun así, las señales de la recuperada (ya había sonado como candidata) centralidad de Karina fueron más allá del discurso. Su renovado “look” provocó murmullos: puede ser apenas una novedad personal, pero también el aggiornamiento estético que los consultores prescriben a quienes encaran un proceso de instalación fuerte en la opinión pública. La ausencia del diputado José Luis Espert, el dirigente que más sonó hasta ahora como cabeza de lista 2025, se justificó en que que no está afiliado al partido LLA. Pero enseguida se filtraron a la presa nacional  significativas versiones de que sigue siendo el preferido de Santiago Caputo “si Karina no juega”.

Antes del acto, Martín Menem dio una conferencia de prensa  en la que formuló las definiciones que Karina no supo o no pudo dar en su discurso. “No vamos a hacer alianzas electorales, vamos a hacer alianzas ideológicas”, fue lo más sustancia que dijo. Es un mensaje de prescindencia a Macri pero de bienvenida a Patricia Bullirch, que ordenó a sus legisladores en provincia sumarse a los bloques libertarios y es considerada casi una dirigente más de LLA. La distancia con Macri admite una salvedad: la señal vale para 2025. Para el turno electoral siguiente, “la prioridad será un acuerdo amplio para sacar al peronismo del gobierno provincial”.

¿Silencio es salud?

“Si hace dos meses me decían que Axel iba a estar sin pronunciarse el tiempo que estuvo ante un lanzamiento como el de CFK, no lo creía”. La confesión es de un funcionario que lo conoce mucho y expresa una lectura que circula en su entorno político: más allá de la resolución final de la pulseada por el partido, el modo en que el gobernador prolongó una definición pública es una señal de relativa autonomía y capacidad de resistencia a las presiones que va dirigida al resto del orbe peronista. En el Patria coinciden en que la mora en la definición no es casual, pero hacen otra interpretación: “blanquea que la tensión de fondo es con ella, no con Máximo”.

En La Plata miran con expectativa la reunión de CFK con Ricardo Quintela, el otro dirigente que sostiene una candidatura partidaria, de este lunes. Y no solo porque creen que podría haber un entendimiento que daría paso a una lista de unidad, con el gobernador riojano dentro. Sino porque además quieren sincronizar esa eventual novedad con un operativo para dar a conocer la posición de Kicillof que minimice una interpretación que lo haga parecer cediendo en demasía. Un formato posible (pero no cerrado aún) es diluir la toma de postura en un pronunciamiento conjunto de todos los gobernadores del PJ.

Cerca del bonaerense aportan un dato crucial sobre ese grupo: “Axel habló con todos sus pares (son Ziliotto, Jaldo, Insfrán y Quintela, porque al catamarqueño Jalil lo cuentan libertario) sobre el tema PJ en la semana”. Dicen que allí se maceró la idea de que apoyar a Cristina de modo anticipado era un castigo inmerecido contra el gobernador de La Rioja. “El Gitano –como lo llaman- habló con ella antes de largarse a caminar”, recuerdan. El rol del bonaerense ejemplifica otra lectura, colateral, que circula: él no quiere que se hable de kicillofismo, pero la presión cristinista lo obliga a tomar posiciones defensivas. “Hacen nacer nuestro ismo”, dicen.

La previsión de una posible unidad parece haber teñido el tono del acto del 17 de octubre en Berisso. No solo porque habrá invitación al camporismo (¿irán? ¿habrá actividad paralela de Cristina?)  sino porque le discurso de Kicillof -único orador- apuntará exclusivamente a Javier Milei. Será una parada bonaerense, sin participación de representantes de otras provincias, diseñaa para aventar la idea  de un nuevo mojón en la pelea interna. Lo significativo es que hace una semana esto no era así: los armadores del Gobernador apuntaban a una demostración de músculo con presencias de todo el país.

Todo roto

Planteada como un ejemplo de  resolución democrática de las diferencias internas, la pelea en el radicalismo es tal vez la más dura de todas. No solo porque el resultado de la elección del domingo pasado se judicializó (posiblemente el juez Alejo Ramos Padilla tenga un rol central en la resolución de la controversia) sino por el tenor de las acusaciones que se lanzaron el sector que conduce el senador Maximiliano Abad y el que responde al acuerdo entre Martín Lousteau y Facundo Manes –los candidatos fueron Miguel Fernández y Pablo Domenichini-. Un juego de demoliciones mutuas que podría sumar nuevos capítulos en las próximas horas.

En la superficie vuelan las acusaciones de fraude, y por lo bajo unos se endilgan a  otros planes para romper el partido: desde la lista Unidad dicen que Lousteau prepara un acuerdo con Leandro Santoro para competir por la jefatura de Gobierno de CABA; sus correligionarios de Futuro Radical afirman que Abad y los suyos quieren un acercamiento a Milei. El dato político de fondo, en ese contexto, es el quiebre de la convivencia interna, que será difícil restablecer. La primera consecuencia concreta: la reunificación de los bloques parlamentarios de la UCR luce así impracticable, por lo que la interlocución con Kicillof la discutirán LLA y PRO. (DIB)

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